Saciar esa pasión que te desvela
es mi única obsesión en este instante,
que como enamorado y dulce amante
febril de su adorada, vive y vela.
Desnudos de alma y cuerpo sin cautela,
con roces y caricias, delirante,
haré yo con tu cuerpo palpitante
la más lírica flor, una espinela.
Al coronar tu monte venusiano,
Y compartir la copa del placer,
en un brindis de amor, mano con mano,
el Sol nos hallará al amanecer,
ebrios y ahítos de licor pagano,
bañados por un tibio rosicler.
Ximo González. Castellón, enero de 2012.
Con música de vihuela, el brindis más delirante de Ximo,su autor flamante, sonaría a Espinela.
ResponderEliminarGenial soneto, Ximo!!!!!!