CÉSAR
VALLEJO
“España, aparta de mí este cáliz”
(Breve comentario, por Maríajosé Sangorrín)
Vallejo
compuso en 1937 una serie de poemas, conmovedora visión de la Guerra de España.
Son quince poemas en cuya lectura observas cómo se identifica con el
voluntariado y siente sublevarse en su
ser el espectáculo atroz de un pueblo agredido; presiente el desenlace. Pero al
mismo tiempo, trasciende y universaliza el problema; de hecho incorpora poemas
que no formaban parte del conjunto hispano.
Manifiesta fe en el Hombre, esperanza en la salvación en virtud del Amor
universal para vencer a la Muerte, en el “ser del universo”, un cuerpo
colectivo liberado de las individualidades absolutas, integrando la vivencias del
“Uno” en la de todos.
Él,
paralelamente, se encontraba en el umbral de su propia agonía, falleciendo en
1938, por lo que fue póstuma la publicación de este poemario.
Me
llama la atención las numerosas alusiones a un cristianismo esencial, las
constantes referencias a citas bíblicas, empezando por el título en el que
recuerda a Jesús en Getsemaní, cambiando la expresión “Padre” por “España”
(“Madre”).
Muerte – Madre: temas que centran la obra poética de Vallejo.
POEMA
XIV
¡Cuídate, España, de tu propia
España!
¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…
¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…
CÉSAR VALLEJO
”España, aparta de mí este cáliz”
”España, aparta de mí este cáliz”
“España debe recelar y precaverse no solo de quienes la niegan, sino de todos y
de todo, de los que la aman lentamente, de sus héroes, de sus muertos e incluso
de ella misma, de la República y hasta del futuro… Es una maternidad flotante
en el ser infinito” (JUAN LARREA)
POEMA DE XIMO
GONZÁLEZ
POLVO Y FUEGO DE ESPAÑA
(Soneto a César Vallejo)
Se fue mi mano por la bomba impía,
pero quedó en mi mano la ternura
de aquella juventud, del alma pura,
que a España arrebató la cruel sangría.
Mi vista en la explosión quedó vacía,
pero fértil nació de su negrura,
la luz generatriz de una conjura,
contraria a la reacción y a la falsía.
Me buscaba la muerte traicionera,
envuelta en polvo y fuego de mi España,
mas sólo pudo al fin borrar mi espejo.
¡Cuídate de tus tibias, calavera!
¡Cuídate del verdugo que te engaña!
Lo dijo así en Madrid César Vallejo.
Castellón de La Plana, diciembre de 2011.
(Soneto a César Vallejo)
Se fue mi mano por la bomba impía,
pero quedó en mi mano la ternura
de aquella juventud, del alma pura,
que a España arrebató la cruel sangría.
Mi vista en la explosión quedó vacía,
pero fértil nació de su negrura,
la luz generatriz de una conjura,
contraria a la reacción y a la falsía.
Me buscaba la muerte traicionera,
envuelta en polvo y fuego de mi España,
mas sólo pudo al fin borrar mi espejo.
¡Cuídate de tus tibias, calavera!
¡Cuídate del verdugo que te engaña!
Lo dijo así en Madrid César Vallejo.
Castellón de La Plana, diciembre de 2011.
POEMA
DE MARIAJOSÉ SANGORRÍN
“En el umbral
de la agonía”
(Mientras
leía a Vallejo)
Suena
el péndulo
implacable.
implacable.
Fantasmas
enmarcados
en la penumbra
de un piano mudo
y la estrella,
vacía,
de un belén atávico.
Gime gólgota
una garganta extenuada.
El universo conspira
sincopando
los silencios.
Esos
segundos eternos
cuando agoniza la noche
y se extingue una vida,
lentamente,
Un pájaro trina en la madrugada.
19 de julio de 2012
cuando agoniza la noche
y se extingue una vida,
lentamente,
Un pájaro trina en la madrugada.
19 de julio de 2012
Muy bien,Gracias por esos tres bellos poemas
ResponderEliminarEstoy profundizando en un gran escritor, César Vallejo. Mi elección de "España, aparta de mí este cáliz" fue casual y elegí un estudio sobre ella del escritor y amigo, Juan Larrea; ya conocía buena parte de "Los heraldos negros". Me queda bastante recorrido todavía.
ResponderEliminarEl soneto de Ximo "Polvo y fuego de España" dedicado a César Vallejo, es un grito amargo que Ximo sufrió en sus propias carnes. Las bombas (las guerras) siempre son impías, pero hemos de superarlas y sobre todo no volver a repetirlas.
Mi poema "En el umbral de la agonía" aúna todas las agonías la de C. Vallejo, la de España, la de Jesús de Nazaret...Y la de mi padre. Leía a Vallejo mientras el reloj de pared acompasaba la respiración espasmódica de mi padre moribundo.
Pero curiosamente, aún en plena oscuridad nocturna precediendo al alba, todas las noches, al menos en esta época del año, la vida renace en el trino de un pájaro.
Y Picasso colocó en la mano del soldado muerto junto a una espada una flor.
Me encanta, María José, tu poema. Qué bien sabes "canalizar" la tristeza, qué bien sabes elegir los versos para expresar tu dolor y tu esperanza. Pero quiero decirte que,
ResponderEliminar"y la estrella,
vacía,
de un belén atávico."
me emociona hasta las lágrimas...
Gracias por compartir el poema.
(Laura Monroig)
Gracias Laura, ayudas a mi autoestima.
ResponderEliminarMi padre, desde hace muchos años, mantenía permanentemente colocado el Nacimiento de cuando éramos pequeños, junto a un piano encima del cual están las fotos de toda la familia, los vivos y los vivos en la memoria.
Un abrazo.
La minuciosa descripción de la muerte abriéndose paso me gusta mucho... https://blocdejavier.wordpress.com/2016/05/20/en-el-umbral-de-la-agonia/
ResponderEliminarThomas Merton, lo comparaba a Dante en relación a lo católico como universal.
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