Eres paisaje escarpado en este mundo estéril,
capaz de eclipsar la luz de un beso
que desboca la fiera que hiberna en el
tic – tac de las horas que no se cuentan.
capaz de eclipsar la luz de un beso
que desboca la fiera que hiberna en el
tic – tac de las horas que no se cuentan.
Vuela rumbo al océano de tus ojos,
que no me ven, la espesura de un te quiero…
La sangre se vuelve morada en la copa
del agriado olvido. Por eso sueñan los recuerdos.
¡Que salga el sol al encuentro
de unos besos sin sombra!
de unos besos sin sombra!
Manuel Méndez Hernández
(Del Cuaderno de Poesía #2 de Poetas sin sofá)
Preciosas imágenes, llenas de evocaciones mágicas!
ResponderEliminar