Silencio, poetas…,
silencio…
Oíd ahora el sonido atormentado del verso,
de vuestro propio verso.
Llorad a mares el dolor de la esperanza perdida
entre el asfalto y los rascacielos.
Derramad vuestra sangre por una letra…
por un poema…, por el verbo asesinado,
-ante la ignorancia colectiva programada-
destrozado por la furia de un miserable talonario.
Oíd ahora el sonido atormentado del verso,
de vuestro propio verso.
Llorad a mares el dolor de la esperanza perdida
entre el asfalto y los rascacielos.
Derramad vuestra sangre por una letra…
por un poema…, por el verbo asesinado,
-ante la ignorancia colectiva programada-
destrozado por la furia de un miserable talonario.
¡Bajad…, poetas, bajad…, bajad!
hasta los lodos de aquellos lejanos barros
erigíos en voz de tanta boca amordazada.
Nublad los ojos de quienes ocultan sus garras
bajo doce ceros.
Alumbrad una nueva senda…
un nuevo después…
un nuevo lugar
ganado a la efímera clepsidra
hasta los lodos de aquellos lejanos barros
erigíos en voz de tanta boca amordazada.
Nublad los ojos de quienes ocultan sus garras
bajo doce ceros.
Alumbrad una nueva senda…
un nuevo después…
un nuevo lugar
ganado a la efímera clepsidra
Del inmutable Chronos,
sobre limpios pasados,
con ladrillos amasados con honestas manos.
Acercaos al fuego primigenio
del Hombre y de la ameba,
marcando en vuestros versos
el signo de la igualdad cósmica.
Oficiad con vuestro canto cada estrofa a la
libertad
reconquistada día a día,
lágrima a lágrima…;
órfico rito de vida y esperanza,
sin sangre...
sin víctimas…
sin muerte…
Ximo González
(De “Senderos de luz”, 2012)
sobre limpios pasados,
con ladrillos amasados con honestas manos.
Acercaos al fuego primigenio
del Hombre y de la ameba,
marcando en vuestros versos
el signo de la igualdad cósmica.
Oficiad con vuestro canto cada estrofa a la
libertad
reconquistada día a día,
lágrima a lágrima…;
órfico rito de vida y esperanza,
sin sangre...
sin víctimas…
sin muerte…
Ximo González
(De “Senderos de luz”, 2012)
Aún nos queda la utopía de la Fraternidad para cantarle bien alto.
ResponderEliminarGracias por dar luz a mis oscuros senderos de poesía!
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