He sobrevolado los limites de tu cuerpo
con la nariz a ras de tu piel afrutada.
Las palmeras donaban sus cocos,
el ananás sus piñas,
las mangíferas sus mangos.
Cócktel que bates para mis labios
en la misma estrella del norte,
allá donde nadie nos ve.
Un perfecto incompleto, inconexo
donde toda herramienta para el amor
sobra de la mesa. Invertido y con las alas
abiertas llenas de una libertad estéril
donde no queda mudo el reloj y unos cánones
conyugales que fuerzan tu regreso.
Las partículas quedan suspendidas en el aire,
tu cuerpo reflejo de un espejo que
aplaude
tu silueta mientras mi lengua roza el techo
bienaventurado de tu boca con la que muerdes
el tejido que me cubre en este cielo de marinero
raso
que solo atiende a seguir amándote.
Manuel Méndez Hernández
(Cuaderno de Poesía #4 de Poetas sin sofá)
(Cuaderno de Poesía #4 de Poetas sin sofá)
Gracias por la publicación espero que sea de vuestro agrado y que la lectura sea un manantial de sensaciones que salpican con sus gotas al alma del lector/ra, un saludo.
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