La ciudad no baila,
ni viste de seda,
respira silencio
ante la duda.
Las campanas
no han vuelto a sonar,
se olvidaron de tocarlas
una última vez.
En el parque,
los pájaros no cantan
y las flores
perdieron su color.
El reloj ya no marca
minutos de ausencia
y la esperanza quebrada
al no verte en mi acera.
Los rincones duermen.
Y aún quedan sembrados
mágicos recuerdos
de un tierno amanecer.
Alicia Gómez de la Maza
(Cuaderno de Poesía #5 de Poetas sin sofá)
Alicia Gómez de la Maza
(Cuaderno de Poesía #5 de Poetas sin sofá)
Se palpan emociones tristes en este poema.
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