“La pelota que
arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado
suelo”
Dylan Thomas
I.
Yo me pregunto, en qué árbol se quedó encalada mi infancia,
qué pedazo de tierra guarda la caja de tesoros de mi niñez.
Y mis cromos perdidos, en qué álbum estarán,
mis tebeos rotos, quién los compondrá.
Yo me pregunto, qué rincón de este mundo
esconde los últimos secretos de aquel tiempo que me vio crecer.
Por favor, si alguien lo sabe, que no diga ni una palabra…
II.
Rodando, por la pendiente calle abajo,
se fue la pelota que salió de mis pies.
Cruzando la avenida, llegó hasta el puerto
donde atracan los barcos que se van.
Se coló en la bodega como un polizón,
junto a los barriles de harina, los sacos de sal,
las manzanas contra el escorbuto
que aprendimos en el tiempo de los piratas.
Atravesó el mar, sí… Y en medio de la tormenta,
fue arrebatada por una ola de viento, hasta la escollera,
donde se estrellan los sueños que son de agua.
Hoy, la he visto corriendo a trompicones hacia el paseo marítimo,
frente al kiosco de los periódicos y las estatuas humanas,
gritando mi nombre, hasta ser legión…
Iosu Moracho Cortés
Cuaderno de Poesía #9 de Poetas sin sofá
Cuaderno de Poesía #9 de Poetas sin sofá
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