Nació conmigo el primer día que vi la luz
Veníamos juntos desde el vientre de mi madre
Aunque no teníamos cómo arroparnos
sobrevivimos a la pobreza y al hambre
Aprendimos las primeras palabras
A hilvanar los primeros versos
Interpretar la vida y la naturaleza
y descubrir el lenguaje de las aves
Nos cultivamos en bibliotecas de vecinos
y con el tiempo, en los cafés, con amigos
Los primeros versos olían a rosas y violetas
Con el tiempo huelen a miedos y ostracismo
Duelo eterno por los pesares del mundo
Las guerras, el cambio climático y la
indiferencia de quienes ostentan el poder
y conducen al naufragio a la Humanidad
Este poema que nació conmigo, ha crecido
tanto en todos los sentidos, que estallará
sin remedio. Sus partículas provocarán
otros nacimientos. Ya no
estaré para vivirlo.Yolanda Duque Vidal (Chile-Canadá)
Cuaderno de Poesía #10 de Poetas sin sofá
Poeta desde la cuna uterina hasta la sepultura eterna... Muy bonito!
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