Con el crepúsculo ha amanecido mi palabra
como nací yo hace ya algunas lunas
y con mi palabra viviré eternamente.
El alba, me indicó mi destino
sin dejarme pensarlo ni a mí misma
soy esclava de éste teclado
que no me dejar cerrar los ojos.
En vela sigo el dictamen
de no sé quien...Es un enigma
que debo resolver sin demora.
Mis manos teclean torpemente
este teclado, mis dedos están cojos
pero están sueltos en silabas
y componen mil palabras con sentido
sellan y culminan mis obras,
o más bien las comienzan.
Y aunque mis manos fuesen estatuas
se moverían esta madrugada
como poseídas para ti,
para escribirle a la vida
que aun la amo...
Aunque a veces no lo parezca.
Nika Calvo.
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