Sencillamente he perdido un trozo de uña
al intentar asirme a mis desgastados sueños
y me he convertido en mariposa verde
que despide tenues destellos de plata.
Y me he perdido en la oscuridad
del más allá insospechado y querido.
Y he muerto como la espuma de las olas,
dejando brillos húmedos de lágrimas secas.
Y he gritado bajo la tierra
y se me ha llenado la boca de gusanos,
de barro, de raíces, de piedras.
Y los he escupido
con la rabia del que espera.
Manolo Benages
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