Tiendo
a ver luces por insinuantes resquicios.
Deposito en la transparencia del aire
infinitud de estrellas.
Reconstruyo antiguas torres, y princesas asomadas a la espera
de galanes con blanco corcel en el terco horizonte.
Saldo cuentas con la oscura faz monótona…
Deposito en la transparencia del aire
infinitud de estrellas.
Reconstruyo antiguas torres, y princesas asomadas a la espera
de galanes con blanco corcel en el terco horizonte.
Saldo cuentas con la oscura faz monótona…
En resumen:
fluyo hacia el sueño y la fantasía.
Después
de todo ese derroche,
reflexiono sobre mi obstinado impulso
a pesar de heridas y cicatrices
que han dejado su marca con el tiempo.
Rememoro milagros que fueron sal,
admito mi innata osadía ante el relámpago fugaz
y me propongo ser distante, fría, metálica…
reflexiono sobre mi obstinado impulso
a pesar de heridas y cicatrices
que han dejado su marca con el tiempo.
Rememoro milagros que fueron sal,
admito mi innata osadía ante el relámpago fugaz
y me propongo ser distante, fría, metálica…
Pero resulta que hay en mi registro ancestral
una perenne llama,
un travieso ardid,
una tenaz esperanza,
que me obliga a seguir avanzando
con el ímpetu cándido de la niñez.
Laura Monroig Salom (30/7/07)
Imágenes exquisitas: "Depositar en la transparencia del aire infinitud de estrellas", "Innata osadía ante el relámpago fugaz", "Reconstruir antiguas torres......" -etc- Para reflejar la dicotomía entre la realidad y los sueños, y es "ese niño que todos llevamos dentro", la ilusión,lo que nos impulsa a cicatrizar las heridas que nos va dejando la vida.
ResponderEliminarMe encanta cómo universalizas tus vivencias.
Me gusta esa "terquedad del horizonte" y esos "milagros que fueron sal.
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