La noche se escarcha
de recuerdos,
el ojo de la memoria
se congela
en la diapositiva de
lo inconcluso,
doloroso como el peso
de la nieve
cuando vence a un
árbol,
con la impotencia del
que llega
a una meta helada
donde no queda nadie.
Estalactitas de
llanto
por
la mano que no se estrechó
en la hora de la partida.
en la hora de la partida.
Arantxa Esteban
(Del Cuaderno de Poesía #3 de Poetas sin sofá)
Gélido, frio en una estación que no es invierno.
ResponderEliminarQuizás el tiempo y la buena poesía logren algún día a devolver la fluidez a tanto hielo.
ResponderEliminarPor supuesto. La poesía intenta reflejar el frío que se te adueña cuando no puedes acompañar a tu madre cuando muere porque llegas tarde.
EliminarVisto así, muy descriptivo el poema. Mucho más emotivo si cabe. Aunque no quita que con el tiempo, puede parecer imposible, todo llega a deshelarse.
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