Abrió los ojos
y, observó el discurrir
del agua por la ladera,
dejó pasar el amor
y los años que vinieron.
Cerró los ojos
y la noche fue, si cabe,
todavía más profunda.
Mª Ángeles Fernández Giménez
(Del Cuaderno de Poesía #3 de Poetas sin sofá)
Triste, muy triste por lo real en muchos casos.
ResponderEliminarVenga, ánimo que la vida nos da siempre nuevas oportunidades.
ResponderEliminarSaludos