Todos
los días resuenan en las calles los tiros,
las sirenas marcan el toque de queda.
Las
pequeñas hormigas regresan
tan
rápido como pueden a sus celdas.
Los
días de descanso son sin más
una
preparación para los días de trabajo.
Desposeídos
de sus vidas tan sólo tienen tiempo
de
discutir para encontrarse.
La
economía bombardea
día
tras día, bomba tras bomba.
Los
guardias reparten tristes despedidas
y
en las casas la desesperación se materializa.
Se
paga una hipoteca, una casa.
Más
que una casa, una celda,
prisionero
de guerra
La
guerra se lleva de un lado a otro,
la
guerra es constante.
La
economía gana terreno,
deslocaliza,
aniquila, esclaviza…
y siempre
pide
más.
Tal
vez llegue el día en que la economía
esclavice
cada rincón de este mundo.
Para
ese día no habrá humanidad.
Josep Beltrán
(Del Cuaderno de Poesía #3 de Poetas sin sofá)
Josep Beltrán
(Del Cuaderno de Poesía #3 de Poetas sin sofá)
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