Estos vientos sin compás
me llevan loco a trompicones.
La tarde cae, el mar se agita
estos vientos sin compás
que tumban las horas
en las que no me habitas.
Tarde sola, quieta y calla
se deja llevar por un gesto
acompañado de palabras
que lo expresa todo sin decir
apenas nada, pintando besos
a diestro y siniestro con la mímica
del alma, hasta el alba dijo un tal
pobre preso por defender tras atentar
su alma. Estos vientos sin compás
que dominan y me llevan a veces
de paseo y otras tantas a rastras.
Vientos de poniente, de levante,
de lebeche, busco paz y calma
no me llevéis a la orilla donde
las olas con furia golpean las rocas
erosionando con el tiempo las palabras.
Llevadme a esa cala donde me acaricien
los versos a destiempo y sin movidas.
Manuel Méndez Hernández
Cuaderno de Poesía #7 de Poetas sin sofá
Manuel Méndez Hernández
Cuaderno de Poesía #7 de Poetas sin sofá
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