sábado, 3 de diciembre de 2011

MEDUSA

“Apresúrate, amado mío”
Cantar de los Cantares



No te apresures, amor.

Apenas huyen las sombras
entre el sueño y la vigilia.

Danza un adagio
sobre mi vientre,
deja que mis labios
transiten laberintos
en tu espalda nívea.

Despacio…

enreda tus yemas.
Vuélveme lágrima de mar,
medusa.
la de bellas mejillas
y mirada hipnótica.

Y que tu sierpe bruna
vierta en la copa
mosto de granadas
y ungüento de aloe.


Reescribamos juntos
                                  el Libro de la Sabiduría.
                          

                                                 Mariajosé Sangorrín
 

3 comentarios:

  1. Muy bien logrado MariaJosé, El Cantar de los Cantares, parte del símil sugestivo de amor conyugal para elevarlo a su origen más alto como respuesta humana a la Misericordia divina. Los diálogos de amor entre la esposa y el esposo están llenos de erotismo y ternura como símbolos del dialogo entre el alma y la unidad, la Torah narra cómo es ese amor fruto de la unión con la divinidad

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  2. Bello y sugerente poema, fiel a tu estilo característico de versos cortos y sintéticos, pero con una gran carga de significado.
    Me encanta el lenguaje culto y rico que utilizas para expresarte, María José, sabes escoger palabras y vocablos que, además de belleza, poseen en sí mismas una intrínseca y extraordinaria cualidad poética; por ejemplo:
    "ungüento de aloe"... Esas tres palabras, cogidas de la mano, exhalan un aroma y una fragancia poética tan embriagadora como tres frescas rosas, y constituyen por sí solas un poema completo, no hacen falta más palabras ni más versos: ungüento de aloe ¡QUE MARAVILLA!

    Pedro.

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  3. Estoy de acuerdo contigo Pedro, "ungüento de aloe" es de los versos que encierran todo un tratado de estética. El verso es original.

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