miércoles, 31 de agosto de 2011

TAN LENTO



Las olas crecían
con lentitud vegetal
en los cuerpos
mecidos
en rauda y caracola
eucaristía.

La boca ungida
de meloso derroche
levantaba un muro
más ancho que el ala
de un trueno.

Arena yo fui,
desértica y moldeable,
tú, húmeda, abrasadora
polar estrella nocturna
de incontables tentáculos.

Manjar tu boca enajenada
derramando mi herrumbre,
ya huésped en la sinuosa
línea que ensalza la vestal
mujer de arcana geometría.

sábado, 27 de agosto de 2011

TRES ANILLOS



Volveremos a las cavernas,
al silencio de los monasterios,
a las bocas tapiadas,
a los ojos de piedra.

Han levantado un muro
que condena las palabras
a la era de las razones.
Llega la asfixia y el frío
inconmensurable del averno
atravesando el vientre
de las mujeres mitológicas.

Y el verbo se hace pliegue de piel,
el rumor de una fuente que mana
cristales de silicio.

La nada.
El crepúsculo.
El enigma de los tres anillos.

Amelia Díaz

viernes, 19 de agosto de 2011

PARAÍSO III




Entro en el Edén.

Tus labios,
arca del deleite,

el fruto prohibido.

Entre pucheros
con Milton 
y tu sexo

                   o
               t
           i
       v
   e
l

hacia la LUZ.


En la cúpula
reverbera Haydn.

Mariajosé Sangorrín


Espacios infinitos que duermen...




  


Espacios infinitos que duermen
en sosegada penumbra
se desdibujan como nieblas
perdidas en un valle,
como un lejano lamento
se diluyen en la atmósfera
y sólo queda el eco
reflejado en las pupilas
del que espera.
Sensaciones lisas como esferas,
tenues, suspendidas en las cejas,
aguardan turno
para deslizarse por el tiempo
hasta convertirse en recuerdo.
Arropada por el vacío
dormita la tristeza;
que pase de puntillas la esperanza,
que no la despierte, que duerma.
Que el ángel-olvido de tu imagen
en sacra hoguera
haga arder la memoria
y esparza las cenizas
hasta anegar el recuerdo.
Como flores enfermas,
nacerán sonrisas entre mis dedos.
Anidarán lejos de ti mis lágrimas
y tus ojos ya por siempre
dejarán de serme eternos..  


Manolo Benages


lunes, 15 de agosto de 2011

DESCONCIERTO



Era el crepúsculo                           un concierto de silencios.

Céfiro,
ojo de huracán  malvazul -cual giraluna alado-
arrullaba los cósmicos instrumentos:
amoroso                abrazo            maternal.


¿Para qué acontecer del tiempo ofreció el ocaso su espectáculo?

 ¿Qué mano dirigió la armonía desbocada y muda de la luz cenital?

Fue el crepúsculo                          un concierto de silencios.


En la arena –extrañada y reposada de siglos-el caracol
de epicéntrica sabiduría, no quiso dar su vaticinio.

Espectadora del concierto fue la luna
- selénico espejo de las olas-.

La palmera, desde su abrazo,
devolvió a los confines tanta armonía.

Y     envuelto en el velo de un devenir incierto,
el decorado quedó guardado en el desván…
                                                                        que será viejo.

Soledad Benages



martes, 9 de agosto de 2011

BUEN VIAJE


en las vías muertas de este tren
con destino a la distancia,
se apean los que contigo sueñan
y así negando, descubren tu arrogancia.

tu pañuelo para medir lágrimas
ha secado el negro arcoiris
y las aves ya no aúllan tu canción
ni las cigüeñas paren amaneceres.

mis yoyós se han plegado en su cordel,
ya no son modista de mis trajes,
no salen del podrido huevo sorpresa
ni acompañan al gastado equipaje.

cada vez que salga el sol, te abrazaré,
puede ser que a lo mejor te llame en sueños,
tal vez llegue a rozarte con la mirada
pero jamas molestaré a tu co-razón.

cuando todo duerme
existe un silencio
que si se escucha
causa pavor...........


FB2011
Francisco J. Blasco
...



martes, 2 de agosto de 2011

PARAGUAYA


Cuando el camaleón verde
arrastra penosa
su férrea blandura
hecha de hojas sin permiso
y savia equivocada,
y las moscas zumban
su aleteada amargura
en los probadores...

En el instante en que
la lluvia ya no es
ese gozoso renacer
del caracol huraño
y araño
los cristales
del enfático espejo...

Con las fuerzas
justas para volver
a leer esas caras
idénticas a sí mismas,
conscientes
de su fatal extravío,
rostros de ajena rutina
en mis ojos de buey...

Con la vista cansada,
amarrada a una falda
demasiado corta,
y los años afilando
el filo de los años
en los omoplatos...

Como un ornitorrinco,
fabulador y sagaz,
en las vertientes
de su propia autoindulgencia,
demasiado ensimismado
con la pálida piruleta...

Cuando el tren
acuático
de railes transparentes
abandona su apatía
y luce occidental en los andenes
sin la japonesa osadía
de postal de los 50...

Cuando la luz
del verano no es
esa luz que pintaba paisajes,
quiméricos, inquilinos,
y dormía en los labios
de la mujer que me mira
tras los cristales negros...

...yo alquilo momentos
en el hotel del destiempo
y cierro el balcón
al mundo y su impostura.
Invento minutos
que no conocen las horas
como agrupación sonora,
allí el hábito
es una oval paraguaya,
carnosa fuente sin puntas
en los labios de mi niña.


Eloy Sánchez