jueves, 12 de julio de 2012

ACUCHILLADA


Acuchillada tú, acuchillada yo,
dejaste de respirar,
yo respiro el dolor de tu presencia,
no estás, sigues allí haciéndote presente,
aroma penetrante, muerte latente,
fugaz destello, asombra, alumbra,
transmites presentimientos,
marcas en el limbo tu obsesión de lo prohibido,
enloqueces, no ves,
ciega te diriges hacia el letal sabor de la satisfacción,
no paras, no piensas y dejas de respirar.
Acuchillada tú, acuchillada yo,
tú descansas, yo sufro la locura de tu presencia…

Acuchillada yo, acuchillada tú,
veloz el tiempo de tu presencia penetra en nuestras vidas,
las embulle devastando la magia del colágeno,
zanjando la fibra interna de mi existir,
iguales en el sentir,
asumirla no fue posible,
tú descansas y yo hundida en tu figura…

Acuchillada tú, yo, él…
concierto de vidas envueltas sacudidas en un solo zumbido,
devastadas en un instante,
acuchilladas sin rastro de vida,
tú descansas y yo vivo los restos de tu presencia.

             Alina Mercedes Paz

 

1 comentario:

  1. Desgraciadamente sigue y sigue la marea de muertes de mujeres así, acuchilladas. Qué palabra, produce escalofríos solo pronunciarla, como los produce este poema.

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