I
Al fin la noche toma forma
Al fin la noche toma forma
de muralla ensimismada
y la dureza de la travesía
se desvanece
en una atmósfera irreal
de luces pastel y de cuento
de mil y una noches.
y la dureza de la travesía
se desvanece
en una atmósfera irreal
de luces pastel y de cuento
de mil y una noches.
En la penumbra de mi habitación
en la Madraza,
en la placidez de la vigilia que precede al sueño,
las paredes estudiosas hablan.
Una celosía blanca en la ojiva
filtra una luz de violines,
ecos de Scherezhade en el sueño
de Rimsky-Korsakov.
II
Amanece.
El día es ocre y azul.
El día es esmalte turquesa en el gran minarete
majestuosamente inacabado
cual torre de Babel.
El día es la silueta de Al-Korazmiy
majestuosamente inacabado
cual torre de Babel.
El día es la silueta de Al-Korazmiy
componiendo sobre las almenas de adobe
su poema de los guarismos, el álgebra
y los algoritmos.
su poema de los guarismos, el álgebra
y los algoritmos.
III
Sigo los pasos de Avicena
por el laberinto ocre y azul de la ciudadela.
Me detengo en las Madrazas
en el Karavan Saray
en el Janako sufí…
Descubro en la mariposa zoroástrica
verde malaquita
a Mazda, el increado,
y la eterna lucha entre el bien y el mal
entre el cielo y el infierno.
IV
Entre el ocre del adobe y el azul
de mayólicas y cúpulas,
entre las celosías del harem,
algarabía
a Mazda, el increado,
y la eterna lucha entre el bien y el mal
entre el cielo y el infierno.
IV
Entre el ocre del adobe y el azul
de mayólicas y cúpulas,
entre las celosías del harem,
algarabía
colorido
mercaderías
sonrisas rutilantes de dientes de oro,
gentes afables, jocosas.
Escucho en el astrakán
el lamento del corderillo
y la oración triste
V
Mis manos recorren los surcos del tiempolos árboles del bosque-Mezquita.
Soy esa mujer
que se disfrazó de hombre
para permanecer junto
al recuerdo de quienes más amaba.
Desciendo, por fin, al origen de la vida,
al pozo sagrado del oasis.
Resuena la voz de Ibn Arabí:
“Debes
saber que el amor es el secreto
de la vida y fluye por el agua que es el origen
de los elementos y de los principios. Nada
hay en ella que no esté vivo. El agua es el
principio de todo”.
de la vida y fluye por el agua que es el origen
de los elementos y de los principios. Nada
hay en ella que no esté vivo. El agua es el
principio de todo”.
VI
EPÍLOGO
Declina la tarde.
Te busco, Amor, en el Sol poniente,
EPÍLOGO
Declina la tarde.
Te busco, Amor, en el Sol poniente,
en los suaves destellos que oscurecen
las siluetas de la torre vigía
y de la fortaleza.
Extiendo mis manos,
rezo mirando al Este.
Sobre las cúpulas azules
las siluetas de la torre vigía
y de la fortaleza.
Extiendo mis manos,
rezo mirando al Este.
Sobre las cúpulas azules
y el ocre que el crepúsculo ha vuelto rosado,
entre las nubes
Allah –el Misericordioso- me regala
entre las nubes
Allah –el Misericordioso- me regala
un incipiente arcoíris.
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