sábado, 27 de agosto de 2011

TRES ANILLOS



Volveremos a las cavernas,
al silencio de los monasterios,
a las bocas tapiadas,
a los ojos de piedra.

Han levantado un muro
que condena las palabras
a la era de las razones.
Llega la asfixia y el frío
inconmensurable del averno
atravesando el vientre
de las mujeres mitológicas.

Y el verbo se hace pliegue de piel,
el rumor de una fuente que mana
cristales de silicio.

La nada.
El crepúsculo.
El enigma de los tres anillos.

Amelia Díaz

2 comentarios:

  1. Me gusta este poema, como la mayor parte
    de los que escribes.
    Me parece un aldabonazo de alerta; aunque es posible que la interpretación que yo le doy no sea la correcta. Pero a partir del séptimo verso se me hace más difícil penetrar en su significado.
    Quizás, si no es demasiado personal, deberías habernos puesto en antecedentes del enigma de los tres anillos.
    Mariela

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  2. Te contesto un poco, Mariela.

    Anillos=compromiso

    Tres intentos, tres vidas, tres fracasos...la nada, el crepúsculo...

    (Soy Amelia: entré como poetas sin sofá, lo siento)

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