lunes, 15 de julio de 2019

Poema de IVONNE GORDON




La botella con ojos verdes

tiene pestañas dulces y amarillas
la botella no sabe de silencios retraídos, ni de lenguas originarias
ni de torres de Babel. No conoce cuando tú me despiertas
a deshoras y lavo las expectativas de los sueños.

El silencio de la botella se escapa entre las franjas de la luz.

Soy un árbol azul que se cree botella
soy la botella que se escapa por pasadizos secretos.

La botella es mi destino, es mi silencio, es todo aquello
que se esconde en sus paredes plateadas.

La botella y yo somos el destino del árbol, testigo
de nuestro amor tendido al sol, testigo de nuestros ojos líquenes
para arar nuevos caminos en el vidrio que refleja
tintes verdes en la barca que fuimos en el tiempo.

Dejamos atrás las espumas del mar, los sueños enlunados de las diosas
y los olores a vidrio. De nuestras manos de tierra y lluvia
surgen nuestros nombres sagrados y húmedos de viento remendado. 


          Ivonne Gordon    (Ecuador) 

                          Cuaderno de Poesía #11 de Poetas sin sofá


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