Se deslizaban las horas
por las sombras de las tardes atrapadas.
Los pies quebraban
las hojas secas
de un calendario.
Nadie llegaba con el ocaso.
Hasta los libros callaban su desahucio.
Unos mínimos escalofríos
de los tiempos de la ira
se atrincheran en mi costado.
Esa fue mi casa.
La que habité en la vigilia.
La luz se difuminaba
- a veces-
Otras,
sólo un espejismo
y una canción de mar.
Callada.
Amelia Díaz, enero 2011
no hay letras para tu bellisimo verso, un besin de esta asturiana muy grande.
ResponderEliminarHola, Amelia. Parece que en nuestra última entrada, ambas hemos escogido un tema parecido.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la expresión "las hojas secas de un calendario".
Es precioso. Te felicito. Un beso para tí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué poema más triste y desgarrador.
ResponderEliminarTardes atrapadas
Calendario seco
Libros desahuciados
Tiempos de ira,...
Imágenes de la soledad e incomprensión.
Sólo, a veces, una luz escasa y un poema callado, apenas suficientes para mantener la esperanza.
Hasta tus escalofríos me llegan.
Un beso.
16 de enero de 2011 10:01
Otras,
ResponderEliminarsólo un espejismo
y una canción de mar.
Callada.
QUE BELLA IMAGEN QUERIDA AMIGA!
UN POEMA MUY INTIMO Y CALIDO
MIL BESOS DE LUZ
BEATRIZ
Siento la belleza del dolor transcendido. La liberación de lo prosaico y tonot de la vida a través de la poesía. Es un camino que por desgracia solo cultivamos los poetas. Y, mira, se puede crear emoción, superarlo con el lenguaje que, como en este poema, está lleno de sinceridad y proximidad.
ResponderEliminarBonito poema.
ResponderEliminarTienes tres palabras correspondientes a la ”B” larga del pasado.
“ Deslizaban, quebraban, callaban”
¡Cuánta belleza hay en tu poema! Como en un cuadro expresionista, con pinceladas magistralmente trazadas,reflejas la calidad de las luces y las sombras que, intuyo, te envolvían en el momento de escribirlo.
ResponderEliminarUn beso,
Mariela