La vacamariposa. Óleo de José Ricardo Chust |
GUILLERMO FERNÁNDEZ TEJEDA |
La vacamariposa es una creación poética singular, como lo es su autor.
Cada palabra, verso, poema, son imprescindibles en el conjunto, de manera que resulta difícil elegir los poemas más representativos, salvo que se seleccione la mayoría. Cada verso es un mundo, cada poema un universo.
Las imágenes surrealistas escapan a la lógica, entre sutiles y mordaces, alucinantes, para un mensaje crítico, especialmente del absurdo de los principios y educación que hemos recibido y de la realidad social toda.
El hilo conductor, la historia de una inocente vaca de vuelo sutil, enmedio de una fauna variopinta fuera de la racionalidad que, sin embargo, son resultado de una reflexión racional, portadores de un profundo trasfondo.
Un estudio minucioso y elaboración metódica, imprimen carácter a este poemario imprescindible.
En palabras de Javier Gm:
Este jienense de Castellón convierte el neosurrealismo en un ejercicio incesante de crítica social, especialista en la agregaduría irreverente de las metáforas cotidianas que se convierten en obras arquitectónicas, en la mezcla de imposibles que casan y calan en el discurso poético.
Todo cabe, dureza, estremecimiento, ironía a raudales, conciencia, esperanza y rasgaduras delante del espejo, Guillermo es un especialista incendiario desde la más absoluta calma sorpresiva.
PRESENTACIÓN: 15 de octubre de 2013, en la Casa de la Cultura de Castellón
PERFORMANCE
ERA
Entonces
cuando los taxidermistas
reparaban con ojos de muñeca
la mirada de los ángeles
y era sexo
montar en velociclo
Justo entonces
el membrillo se hizo carne
y ácido la vida
NATIVIDAD
Sin dios
sin lengua
hato
voz
ni vez
ha venido envasada
al vacío de la Tierra
la vacamariposa
Hija de larva y maquinista
viste botas de charol
corona de felpa
y jersey de ochos
Mama de medio pan
y un libro mojados
en tintura de yodo
Entre violeta y violácea
nace violada
por ausencia de verbo
ÓRBITA
La tuvimos a oscuras
encerrada en una lata
hasta que caducase la fecha
aconsejada de consumo
Cuando acaecieron
las jornadas de siembra
y poda
abrimos la tapadera
para saber
qué había sido de ti
Tras despojarla
de la placenta
que ocultaba tu letargo
nos describió
el firmamento
ESCUELA
II
La maestra eleva
el dedo índice
apuntando al vértice de la bóveda
Lo mueve de Este a Oeste
como péndulo invertido
mientras chasquea la punta de la lengua
contra el cielo de la boca
Contrae el músculo de la pupila
para señalar la lejanía
de los últimos pupitres
Allá
donde se sientan los zurdos
para volverse los párpados
y se masturban adolecidos
hasta quedarse ciegos
Ese es tu sitio
III
Ese fue el método
Reunir
en una sola postura
el castigo
y la plegaria
De rodillas
VII
Mar
me tomo la palabra
y me llevo dos:
agua y sal
Como el resto
no cabe
bajo un cero
y saco decimales
Lo que queda
en el cociente
son náufragos
me tomo la palabra
y me llevo dos:
agua y sal
Como el resto
no cabe
bajo un cero
y saco decimales
Lo que queda
en el cociente
son náufragos
VIII
Aire
qué sientes al pasar
a través de un oboe
Qué se siente
al escapar domesticado
IX
Tierra
Tierra
líbrate de nosotros
Apaga
la gravedad
Mariajosé Sangorrín
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