PALIDECIDO ESPACIO
de unos verdes velados
por unos grises fríos.
Solos, yo y un paisaje:
un camino entre prados;
la lluvia; y el silencio
del peso de las nubes.
La tenue veladura
que igualaba contrastes
fue luz y transparencia
bajo el pincel. Después,
los años extendieron
el humo de su espátula,
su pátina en el lienzo.
En su desolación,
la desnudez del cuadro
impregnaba la neutra
tristeza de la sala.
Mi presencia se hacía
necesaria al vacío,
como su negación.
A punto estuve entonces
de aceptar la renuncia
de quien se sabe herido
como el brillo del cuadro
por la usura del tiempo.
(Pero huí del museo.
Salí. Cerré la puerta.)
(Verde)
Blas Muñoz Pizarro
(De “La mirada de Jano”, XIII Premio de Poesía ‘Paco Mollá’ 2008. Editorial Agua Clara, Alacant, 2009)
Cuaderno de Poesía #5 de Poetas sin sofá
Buen ritmo, buenos versos y mano de gran poeta!
ResponderEliminarCuando la huída es vocación imposible.
ResponderEliminarMuy exquisito.