Zhivka Baltadzhieva
Celebración del Día Nacional de Bulgaria en Valencia
"La idea de la libertad
es una idea suprema, todopoderosa,
el amor que uno le profesa
puede lograrlo todo".
es una idea suprema, todopoderosa,
el amor que uno le profesa
puede lograrlo todo".
HRISTO BOTEV
“Botev
es el grande de la poesía y del ser búlgaro. Su mito último. Su inspiración más
íntima. Su poesía de impetuosas pasiones, áspera sátira, sentir trágico y
terrorífica soledad, que respiran en cada célula de sus versos, hace el
titánico esfuerzo de ingresar la literatura búlgara, y la mentalidad misma, en
la modernidad y en lo universal”
(…)
De esta manera inicia la poeta búlgara ZHIVKA BALTADZHIEVA el libro
titulado “Poesía” que esta autora ha confeccionado y prologado, seleccionando y traduciendo
la poesía de HRISTO BOTEV, poeta y revolucionario búlgaro (1848-1876), en un
intento de divulgar su obra y buscar el merecido reconocimiento del que
careció en vida.
Zhivka se reconoce en él: “Botev es toda mi niñez” –dice-. Ama su poesía y desea profundamente que los demás le conozcan.
Zhivka se reconoce en él: “Botev es toda mi niñez” –dice-. Ama su poesía y desea profundamente que los demás le conozcan.
Junto a la poesía de Hristo Botev, la suya, la de Zhivka, en la que muestra permanentemente el dolor de su país.
BREVE HISTORIA BÚLGARA
Sobrevivimos,sobrevivimos, siempre sobrevivimos.
Sobrevivimos a los bizantinos.
Sobrevivimos a los otomanos.
Sobrevivimos a los rusos.
Sobrevivimos a los bizantinos.
Sobrevivimos a los otomanos.
Sobrevivimos a los rusos.
A los
fascistas, a los comunistas.
Sobreviviremos a los nuestros,
a los ajenos, a los vuestros.
Dolor con labios apretados de cal y añil sin sombra.
Sobrevivimos, sobrevivimos, sobrevivimos.
Precedente histórico
milagro de los milagros.
¿A qué más fuerzas
-oscuras y luminosas-
no subsistimos?
Supervivientes, supervivientes, supervivientes: ni vivos,
ni muertos.
Silabea la luna roma:
¡Ni muertos!
Ni muertos siquiera
para albergar esperanza
de resucitar.
Zhivka Baltadzhieva
ELEGÍA
Dime,
oh dime, pobre pueblo, ¿quién te mece
en esta cuna, en esta cuna de eterno esclavo?
¿Aquel que atravesó antaño
al Salvador en el costado,
o aquel que siglo tras siglo te canta:
“¡Soporta y salvarás tu alma!”?
en esta cuna, en esta cuna de eterno esclavo?
¿Aquel que atravesó antaño
al Salvador en el costado,
o aquel que siglo tras siglo te canta:
“¡Soporta y salvarás tu alma!”?
¿Él, o
algún nacido suyo,
de Loyola nacido, hermano de Judas,
traidor consabido y vivo augurio
de más tormentos para los desdichados,
un usurpador nuevo, un ave rapiña, uno
que vende a su hermano y asesina a su propio padre?
de Loyola nacido, hermano de Judas,
traidor consabido y vivo augurio
de más tormentos para los desdichados,
un usurpador nuevo, un ave rapiña, uno
que vende a su hermano y asesina a su propio padre?
¿Es él?
¡Confiesa! Calla el pueblo.
atruenan cadenas horrendamente.
¡Y no hay ni grito de libertad!
Solo apunta con la frente ceñuda, sólo apunta
el mudo pueblo a los notables: caterva de bestias
con levitas, sotanas; ciegos con ojos.
atruenan cadenas horrendamente.
¡Y no hay ni grito de libertad!
Solo apunta con la frente ceñuda, sólo apunta
el mudo pueblo a los notables: caterva de bestias
con levitas, sotanas; ciegos con ojos.
Apunta
el pueblo, y el sudor de su frente
sobre su propia lápida sangra:
la cruz clavada en carne viva,
carcome herrumbre el hueso roído,
la culebra chupa la vida menguada,
la engullen los nuestros y los ajenos.
sobre su propia lápida sangra:
la cruz clavada en carne viva,
carcome herrumbre el hueso roído,
la culebra chupa la vida menguada,
la engullen los nuestros y los ajenos.
Y el
pobre esclavo soporta… Mientras,
sin parpadeo y sin sonrojo, calculamos los siglos
bajo el yugo, calculamos los siglos
de tronantes cadenas. Calculamos,
y, con una fe ciega en esta obtusa estirpe oscura,
esperamos aún que nos llegue el turno,
el turno de la libertad.
Hristo Botevsin parpadeo y sin sonrojo, calculamos los siglos
bajo el yugo, calculamos los siglos
de tronantes cadenas. Calculamos,
y, con una fe ciega en esta obtusa estirpe oscura,
esperamos aún que nos llegue el turno,
el turno de la libertad.
25 de
febrero de 2015
Eso de ser menos que muertos y que no queden siquiera esperanzas de resucitar es espeluznante.
ResponderEliminarEsta mujer (Zhivka) deja la impresión de ser pura fibra nerviosa hecha de un dolor antiguo.
Un abrazo a todos.