¡Qué bonito está el campo!
Despacio caminamos Lúa y yo.
Debajo de nosotros, el barranco
y un valle atravesado por el río.
El verde es resplandor.
Resplandor que despierta las miradas
de los dos. Lúa, ¿ves lo que estoy viendo?
Es allí, allí… muy cerca del río.
En la pradera está
una yegua pariendo… Mira, Luita,
estamos asistiendo
de la vida al milagro.
Fíjate cómo sale la cabeza
del potrillo; y, aún lleno de sangre,
fíjate en su madre con cuánto amor
lo lame. Unos instantes han pasado
y el neonato inseguro se levanta
e inseguro camina hacia su madre.
El Sol desde el empíreo nos calienta,
¡Qué hermoso es el paisaje,
Qué hermoso es el potrillo
Y qué hermoso el milagro de la vida!
Lúa ahora se planta junto a mí
y en mi pierna restriega la cabeza.
Entonces, yo le digo:
También al mundo tú viniste así,
Lúa, Luita, así viniste tú.
Y así los niños que son tus amigos.
¿Verdad que es un milagro?
Porque esto sí que es un milagro. Sí,
El milagro de la vida… EL MILAGRO.
Despacio caminamos Lúa y yo.
Debajo de nosotros, el barranco
y un valle atravesado por el río.
El verde es resplandor.
Resplandor que despierta las miradas
de los dos. Lúa, ¿ves lo que estoy viendo?
Es allí, allí… muy cerca del río.
En la pradera está
una yegua pariendo… Mira, Luita,
estamos asistiendo
de la vida al milagro.
Fíjate cómo sale la cabeza
del potrillo; y, aún lleno de sangre,
fíjate en su madre con cuánto amor
lo lame. Unos instantes han pasado
y el neonato inseguro se levanta
e inseguro camina hacia su madre.
El Sol desde el empíreo nos calienta,
¡Qué hermoso es el paisaje,
Qué hermoso es el potrillo
Y qué hermoso el milagro de la vida!
Lúa ahora se planta junto a mí
y en mi pierna restriega la cabeza.
Entonces, yo le digo:
También al mundo tú viniste así,
Lúa, Luita, así viniste tú.
Y así los niños que son tus amigos.
¿Verdad que es un milagro?
Porque esto sí que es un milagro. Sí,
El milagro de la vida… EL MILAGRO.
Antonio Capilla Cuaderno de Poesía #5 de Poetas sin sofá
La vida es pura poesía, de la que definía León Felipe.
ResponderEliminarQué ternura inspira, recuerda a Juan Ramón Jiménez hablándole a Platero.
ResponderEliminar