miércoles, 17 de noviembre de 2010

DÉCIMAS A LOS FUSILADOS POR LOS REBELDES FASCISTAS



   Tú, pared, testigo muda

de los potros desbocados

que cabalgan encerrados

en pechos donde la duda

con tres colores anuda

el valor republicano,

la lealtad del ciudadano

y la sangre del patriota…,

¡Habla hoy con tu voz rota!

¡Glorifica a cada hermano!




   Tú, pared, apoyo frío

de espaldas libres de culpa,…

¡Sírveles ahora de tulpa

y detén su escalofrío!

¡Para también ese río

que la sangre va formando,

de rojo; reivindicando:

¡Nos matáis por defensores

De la patria! ¡Ah, traidores,

Seguid, seguid fusilando!



   Tú, paredón que recibes

las balas que yerran blanco,…

¡Sangra también de tu flanco

y muestra el dolor que vives!

Fiel testigo, tú describes

el dolor que rasga el alba

con cada tétrica salva

que destroza corazones,

cuyas patriotas razones

serán savia de una malva.



Tú, valla de cementerio,

frontera entre vida y muerte,…

¡Pregona tu mala suerte

de presenciar el imperio

criminal del vituperio  

de la libertad prendida

en los pechos, en la herida

de los hijos de una España,

que segó con la guadaña

una mano fratricida!



   Tú, tierra que hoy abrazas

tantos hermanos sin nombre,…

¡Deja que mi voz alfombre

con mis versos sus mordazas

y rompan con las tenazas

verbales la falsa historia,

devolviéndoles la gloria

de morir por la República

y de que su dignidad, pública,

quede en la eterna memoria!


 Ximo González

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