viernes, 4 de febrero de 2011

UNA PIZCA DE SAL

Una pizca de sal en el bolsillo
Para que ría la niña,
Para que brille un suspiro.

Una hoja de laurel, una ramita de olivo
Para que el pájaro engarce
Su fantasía en el nido.

Una punta de pimienta: ¡Qué contento baja el río!
Entre tus dedos se escapa
El inquieto pececillo.

Unas briznas de azafrán y todo se hace amarillo
Entre los trigos se escucha
El cálido canto del mirlo.


Pedro Gómez

4 comentarios:

  1. Buena receta para un puñado de escenas de felicidad.

    Un saludo

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  2. Un poema lleno de frescura y buenas vibraciones para estos tiempos alterados.
    Me hace feliz ver tus letras en este espacio, Pedro.

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  3. Este poema tan dulce y armonioso, con tu permiso, Pedro, lo voy a incluir en las propuestas de poesía creativa que están trabajando mis alumnos del instituto.
    Cambiarán aromas y sabores con otras especias,
    convertirán sus estrofas en poemas visuales,
    idearán caligramas con los seres de la naturaleza,
    y hasta lo pueden musicar.
    Ya sabes, los maestros no podemos evitar ver la vida a través de los ojos de nuestros alumnos.

    Un abrazo. Mariajosé

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  4. Qué bonito volver a coincidir, y nada menos que en el mundo mágico de la poesía.
    Me alegra mucho descubrir esta faceta tuya donde aparecen ojos que seguramente darán Vida.
    Un abrazo

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