Allá donde los soles no te recorren,
en el espacio que tu ausencia rellena
con la flores más vistosas del estuario,
en el hueco infame que quiere ser extintor
de tu sonrisa monalisa, en esos labios
que declaman el futuro pluscuamperfecto
que ansía ser en ti mi sombra paralela.
Donde el mar no llegue a serte abrazo
y las espumas rompan ese nadar impasible.
Junto al asfalto azul y los neones
que nos descubren enroscados y sin sueño.
Con la rapidez del verano y de los ríos
haciendo en mí surcos tu caricia destructora.
Galopando en la suerte de tu rastro
como un rinoceronte en la sala de baile.
Así,
allí,
en el espacio que tu ausencia rellena
con la flores más vistosas del estuario,
en el hueco infame que quiere ser extintor
de tu sonrisa monalisa, en esos labios
que declaman el futuro pluscuamperfecto
que ansía ser en ti mi sombra paralela.
Donde el mar no llegue a serte abrazo
y las espumas rompan ese nadar impasible.
Junto al asfalto azul y los neones
que nos descubren enroscados y sin sueño.
Con la rapidez del verano y de los ríos
haciendo en mí surcos tu caricia destructora.
Galopando en la suerte de tu rastro
como un rinoceronte en la sala de baile.
Así,
allí,
me vives,
te llamo,
me imaginas,
te vivo,
me llamas,
te imagino.
Eloy Sánchez, febrero 2011
Jooo...qué preciosidad, Eloy.
ResponderEliminarMe gusta cómo juegas con las palabras y pasas de versos largos a versos cortos.
Suena muy melodioso.
Sí, me gusta.