viernes, 6 de diciembre de 2013

LA POESÍA IMPREGNA EL OTOÑO

POETAS SIN SOFÁ con:

JAVIER Gm

En Librería Argot de Castellón, 22 octubre 2013


Una niña y un niño se miran y sonríen
sentados uno frente al otro no saben a qué juegan,
se vuelven a mirar y sonríen
se les cae un trozo de tela,
un bote de cola, un pedazo de cuero
y sonríen y no saben a qué juegan,
se pinchan los dedos con las agujas,
se mean encima, se les hinchan los ojos,
se vuelven a mirar y sonríen no saben a qué juegan,
una niña y un niño
niñas y niños
obligados a jugar a no saber a qué juegan,
se dan la mano y la pobreza, se dan el amor y la vida,
se entregan al juego de los explotadores,
se miran, sonríen y no saben a qué juegan,
una niña y un niño en la planta sexta,
se derrumban con las etiquetas, con las marcas,
con los precios, con polvo, con los cascotes,
con el suelo, con las piedras, con el techo y las máquinas,
una niña y un niño mueren debajo de los espantos del diseño,
debajo del plástico de una tarjeta,
dos niños mueren mirándose, de la mano,
absortos, apercibidos de ternura, lindos,
sin saber de juegos, sin conocer inocencia,
una niña y un niño trabajan en la muerte,
la mayor de las empresas del sistema,
una niña y un niño se miraban
torturados, arrasados en una sombra,
sin saber a qué jugaban,
han muerto,
Amancio Ortega de rositas,
Zara y Mango abren nuevas tiendas.

          De "Estorbar de / gusto", de Javier Gm

               
JORGE RIECHMANN  y  ENRIQUE FALCÓN


En Librería Ramón LLull de Valencia


¿Qué hacemos con Prometeo?


“Hemos expulsado el fuego de nuestros hogares”, escribe Nicole Blay. “Hemos olvidado cómo amasar el pan con nuestras manos./ (…) Creemos solo en nuestros mundos virtuales./ (…) El sonido de la pluma rasgando el papel es un sueño lejano./ Estamos enfermos. Olvidamos cómo vivir./ Morimos en esta tecnología aberrante de prometeos huérfanos de sentido…”

Sí, tiene razón la psicóloga y poeta. Qué hacemos con Prometeo es –y seguirá siendo- una de las preguntas fundamentales de todos los tiempos. Él seguirá con nosotros: ¿qué hacemos? Ignorarlo es imposible, y no podemos condenarlo a muerte. ¿Realmente seremos capaces de sosegarlo, equilibrarlo, reconciliarlo con Eva  –la Eva australopitécida en su jardín africano?

          De “Fracasar mejor”, de Jorge Richmann



Eso que perfora #1

eso que perfora brutalmente en sus acechos de boca
lo que brutalmente llega y se nos queda y vuelve a ocuparnos
eso máscara y chasquido, cuenco que se pudre
y mina en nuestras manos el dedal de una esperanza
lo que firmemente se ha llagado y es gangrena o es raíz
algo que ha dormido tanto tiempo en nuestras cosas
lo que en ellas se mueve cuando abrimos las puertas
y entonces nos mira
sin prisas nos congela
con los ojos enfermos de todas las canciones
eso pulpo o témpano que devora a tus hijos
y arranca sus encías con arpones y palos
lo que finalmente espera
en todos los arcones
en las cajas sin juguetes de los niños vengados
(y es gusano y es lumbre tras sus pálpitos de luz)

     De "Porción del enemigo", de Enrique Falcón



ANA PÉREZ CAÑAMARES

En Café Museu de Valencia

Pocos saben que tengo otra hermana.
El azar nos separó al nacer.
Yo mamaba la leche de mi madre
mientras ella se secaba al sol.
Cuando perforaron mis orejas
ella recibió la ablación del clítoris.
Follé con hombres y sufrí por todos;
a manos de uno solo se quebró ella.
Me separé, lloré, abandoné mis sueños.
Ella murió unas cuantas veces
bajo piedras, ácido, sida y malaria.
Su cuerpo se deshizo y se recompuso.
En una o dos ocasiones fue feliz de morir.
Mi hija creció; mi hermana murió en el parto.
Años después parió una niña y se la quitaron.
Yo veo mi cuerpo envejecer; ella no tiene espejo.
Me pongo cremas antiarrugas
pero toda ella es un surco.
Yo hago listas de lo que duele:
pero ella es la que administra su dolor.

De "Las sumas y los restos", de Ana Pérez Cañamares








Poetas sin sofá con Ana Pérez Cañamares

2 comentarios:

  1. Como decía mi abuela: ¡Qué pena, tener reloj y no tener cadena!
    Me dan mucha pena estos poemas valencianos. Debe ser poesía para revolver un poco las entrañas de la gente sensible y predisponerlas al salto a algún abismo.

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  2. Es la "poesía social", aunque en mi opinión, en sentido amplio, toda poesía es social. Yo le llamo "poesía de la conciencia", un grito ante la injusticia, no podemos quedarnos callados ante la situación de la humanidad. Efectivamente la esperanza ha de prevalecer en los mensajes que se lanzan.

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