Charlando con el público |
Notas sobre el recital “Misteriosamente feliz” ofrecido por JOAN MARGARIT, el 10 de febrero de 2011, en la Caixa Rural San Isidro de Castellón, organizado por Amics de la Natura.
Cuando Joan Margarit recita, seduce.
Su voz, modulación, cadencia; su tono profundo y sereno. Su proximidad física, la expresión de su rostro, sus movimientos,… Todo su ser comunica. Vives momentos de tal lirismo e intensidad emocional, que las lágrimas, desde lo más hondo, desbordan las cuencas de tus ojos.
Cuando evoca a su hija Joana, la lentitud de sus movimientos, a sus ojos reflejados en el retrovisor. Cuando le canta su Canción de cuna o su Último paseo en la muerte.
Cuando te exhorta a que No tires las cartas de amor porque, pasado el tiempo y borrado todo deseo serán tu última literatura.
Cuando recuerda el color gris de la postguerra y la poesía se convierte en la última Casa de Misericordia…
Sientes que no está hablando de sí mismo, que su amor o su dolor son también los tuyos, los de todos.
He aquí algunas sentencias para la reflexión poética que Joan Margarit expuso tras su recital:
“LA POESIA SURGE DE LA VIDA ”
Y en la vida es el AMOR la fuerza centrípeta que aglutina todo.
“LEER, RECITAR UN POEMA, ES INTERPRETAR UNA PARTITURA”
En el proceso de creación poética el primer momento es LA INSPIRACIÓN , momento mágico que puede surgir en cualquier situación de la vida. El segundo, LA BÚSQUEDA DE LOS UNIVERSALES, eliminar todo lo que es propio y exclusivo, condición necesaria para la comunicación.
En una catedral podemos admirar la grandiosidad de sus naves, el equilibrio de columnas y arcos, mirarnos en sus vidrieras, elevarnos a sus bóvedas…
Y en esa cripta de la catedral –base, sustento y esencia-, se funden el poeta y el arquitecto JOAN MARGARIT, en perfecta simbiosis.
(La mayoría de los poemas del recital, están recogidos en la ANTOLOGIA DE JOAN MARGARIT, ediciones Cátedra, colección Letras Hispánicas, la cual incluye poemas de todos sus libros, excepto de los tres últimos: “Casa de Misericòrdia”, “Misteriosament feliç”, “No era lluny ni difícil”. Ediciones bilingües catalán-castellano).
Tomi, Eloy, Mariajosé, Mariela, Luis y Amelia, emocionados, entre el público |
(Se puede escuchar recitar a Margarit en el siguiente enlace:
Me gustaba el Joan Margarit poeta antes de conocerlo en persona. Y tras verle y escucharle en Castellón me quedo, no sólo con el poeta, también con la persona. Por su cercanía, por la serenidad y sabiduría que transmite, porque, como muy bien dice María José, todo su ser comunica y emociona.
ResponderEliminarMe quedo también con una reflexión del propio Margarit en el epílogo de su libro de poemas Cálculo de estructuras (Visor Libros, 2005) y que dice así:
"Si se me permite decirlo con un poco de humor, escribir un mal poema que no se entienda es lo más fácil. Escribir un mal poema pero que se entienda es algo más difícil. Escribir un buen poema que no se entienda es muchísimo más difícil. Y, en fin, escribir un buen poema que se entienda es sólo patrimonio de los clásicos."
Mª José, me ha encantado tu comentario sobre el recital de Joan Margarit. No has pasado por alto ninguno de los pilares sobre los que él construyó su discurso.
ResponderEliminarMariela