Hay un tiempo
infinito y efímero
entre un segundo
y el primero.
En el increíble lapsus
entre la pregunta
y la certeza de las nubes.
Es solo un parpadeo
y palabras
que ya nunca serán mudas
o sordas.
¿Dónde van los susurros
que vuelan en el aliento
y cruzan el río
a destiempo?
Amelia Díaz, febrero 2011
Amelia Díaz, febrero 2011
Lo escribí en tu blog, Ame, es un gran poema, y quisiera saber como tú, donde van los susurros y aún los destiempos.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Leo
Muy bien Amelia.
ResponderEliminarLeonel, según desde que lado del río se mire, irán río arriba como los salmones, o fluyendo con rapidez en el silencio de una suspiro...
Antonio Enrique.
Un poema esencial, sin aderezos, con la palabras justas (sean mudas o sordas), que se cierra con una interrogación que se hace extensiva a todo el texto.
ResponderEliminarUn gran poema, Amelia.
¿Dónde, un instante navega?...decía yo en uno de mis poemas.
ResponderEliminarNos sentimos impotentes ante lo inexplicable de estos conceptos...y, a veces, quedan plasmados en lindos poemas como este.
Un beso.
Es tan relativa la percepción del tiempo...
ResponderEliminarA veces, y eso es lo que expresas tan bien en tu poema, la infinitud está en un segundo. Un silencio, un suspiro son más elocuentes que mil palabras.
A veces, pasan años, todo transcurre a tu alrededor mientras tú estás ausente, suspendida en un recuerdo y tus días pasan en blanco. Pero esto sería otro poema.
Un beso Amelia.
Me parece una buena progresión la del poema. Acabar con una pregunta, tan emotiva y existencial, es una buan forma de no concluir nada pero abrir todo. Como la respuesta a la pregunta, que no importa, porque lo importante es vivir ese momento, sentir la vida, ser vida y, como poeta, ser conscientes de ello y no huir sino beberlo.
ResponderEliminarMarcelo
Marcelo, si no fuera por mi condición de caballero, con esas palabras caería rendido a tus pies.
ResponderEliminarBonita interpretación goliardesca.
Tony Calix
Contraposición entre infinito y efímero, entre pregunta y certeza.
ResponderEliminarDondequiera que vayan, los susurros llegarán a destiempo.
Reflexionar sobre el sentido vital del tiempo nos lleva a amargas conclusiones.
Bonito poema.
Mariela